- Te envuelve un halo de misterio
cuando te acercas, pasas y te alejas
doblando con firmeza las esquinas del mundo,
como si realmente fueras a alguna parte.
Me ha dado tiempo a llenarme
del brillo de tus ojos, que son como lagos
profundos, y tu fragante pelo azabache
ha dado en mi rostro en ondas al viento.
Giro y ando tras el compás de tus piernas
bajo un sol espléndido y naranjos en flor,
y del brazo de un hombre inesperado
te pierdes en el oleaje de la multitud.
Apoyado en una farola, contemplo el navegar
de las nubes, que son blancas y parecen góndolas,
atravesadas por un pajarraco metálico
que aviva mi inquietud por partir.
domingo, 23 de octubre de 2011
A UNA QUE PASA
A UNA QUE PASA
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario